Uno de mis últimos descubrimientos ha sido un armario ¡lleno de tesoros vintage! pero sobre todo, tesoros sentimentales y cargaditos de historia, que es lo que a mi me provoca ese ansia de hacer con ellos miles y miles de bodegones ... a ver si os los voy mostrando poco a poco.
Los protagonistas de hoy son unos marcos antiguos comprados -en un estado bastante deteriorado- en diferentes mercadillos y rastros, y que han sido restaurados posteriormente por la artistaza de mi madre; ahora están como nuevecitos, y se mantenie en ellos esa patina con olor al pasado. Para acompañar a estos marcos, además de diferentes telas y flores, tenemos una tetera maravillosa de estaño, -parece que Aladino puede salir en cualquier momento de ella (esta vez saldrá de una tetera y no de una lámpara)-, y un quinque .... ¡tan romántico!
Espero que os guste !!!
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